sábado, 10 de marzo de 2012

KRAK DE LOS CABALLEROS: EL CASTILLO DE LOS HOSPITALARIOS
   

El castillo de Krak de los caballeros (Qala’at al-Hosn árabe) rezuma historia por los cuatro costados y basta una simple visión panorámica para dejar volar la imaginación y contemplar los blasones ondeando al viento, oír el relinchar de los caballos y observar a los caballeros apostados en los torreones montando guardia. No es de extrañar que el propio Lawrence de Arabia al descubrirlo en 1909 lo describiera como el castillo “mejor conservado y admirable del mundo”

Situado estratégicamente entre las ciudades de Damasco y Alepo, en pleno valle de Orontes, era paso obligado para aquellos que querían dirigirse hacia el Líbano y con ello llegar a las costas del Mediterráneo. Este pasaje, conocido como pasaje de Homs era así mismo la única vía hacia la ciudad de Tartus (conocida como Tortosa por los cruzados)

Hay que tener en cuenta que en aquella época los caminos para viajar por las diferentes ciudades eran casi obligados, y controlar el pasaje de Homs significaba controlar gran parte de la costa de Líbano, entre Antioquia y Beirut, además de una gran extensión del territorio Sirio.

El castillo se encuentra situado sobre la cima de un cerro y fue construido originalmente como pequeña fortaleza ocupada por guarniciones kurdas bajo el mando y dominio del Emir musulmán de la cercana ciudad de Homs. Su principal misión consistía en vigilar posibles incursiones a territorio Sirio de extranjeros provenientes de la costa.

Los primeros acontecimientos relativos al castillo de Krak hay que situarlos en el contexto de la Cruzada de los Príncipes (1ª cruzada) con la participación de caballeros como Godofredo de Bouillón y su hermano Balduino de Boulogne, Hugo I de Vermandois, Estéfano II de Blois, Raimundo IV de Tolosa, Bohemundo de Tarento y su sobrino Tancredo de Galilea.

Divididos en cuatro grupos, estos caballeros parten desde los diferentes puntos de Europa en Agosto 1096 por distintas rutas a pie, coincidiendo todos ellos en Constantinopla al final de ese mismo año. A partir de ese momento se inician una serie de conquistas por parte de los cruzados-frany en su camino hacia Jerusalén que incluyen ciudades como Edesa, Antioquia o Trípoli.

La primera incursión cruzada en el Krak corre de la mano de Raimundo de Tolosa y Godofredo de Bouillón que faltos de provisiones para sus tropas en su camino hacia Jerusalén, se topan con el castillo y lo toman durante un tiempo expulsando a los kurdos y campesinos que lo defendían, pero solo temporalmente, ya que prosiguen su camino hacia Jerusalen.

Una vez conquistada la ciudad santa Raimundo IV de Tolosa, como ya habían hecho el resto de caballeros cruzados, marcha hacia Tripoli con el fin de hacerse con el poder de nuevos territorios. Conquista la ciudad de Tortosa pero no consigue hacerse con el castillo de Krak ni con la ciudad de Homs. Raimundo concentra entonces todas sus fuerzas en asediar y dominar la ciudad y allí morirá en el fuerte que se hace construir junto al puerto. Le sucederá su sobrino Guillermo Jordán de Cerdaña que gobernará los territorios de su tío hasta la llegada de Beltrán de Tolosa, hijo de Raimundo, que reclamará su legítima herencia y que definitivamente tomará Trípoli.

El castillo de Krak, que mientras tanto había sido tomado por Tancredo de Galilea en 1110 pasa a formar parte del condado de Trípoli quedando en mano de los sucesores de la rama Tolosa francesa.

En 1142 Raimundo II de Trípoli cede el castillo a la soberana orden militar y hospitalaria de San Juan de Jerusalén, también conocida como orden de Malta, y el castillo pasará a ser la primera sede de la orden en tierra santa. A partir de ese momento una guarnición compuesta por alrededor de 2000 hospitalarios se ocupa de su defensa ante los ataques sarracenos.

Durante el siglo y medio siguiente, los caballeros hospitalarios ampliaron y renovaron la imponente fortaleza, la mayor de Tierra Santa, que resistió al menos doce asaltos por parte de los musulmanes entre los que destacan el del Sultán de Damasco Nur al-din o el del propio Salāh ad-Dīn (Saladino) del que ya os hablé en otra ocasión. (ver entrada)

Finalmente sería el Sultán mameluco de Egipto Baibars, azote de templarios y hospitalarios, quien según cuenta la leyenda popular tomaría Krak de los caballeros con su especial astucia:

Se dice que mandó una paloma mensajera al castillo con una nota firmada por el maestre de los hospitalarios donde se les convidaba a su rendición por no poder enviarles ayuda en su defensa. Estos siguiendo escrupulosamente las órdenes dictadas deciden obedecerle y se rinden con lo que el castillo es tomado sin que se derrame una sola gota de sangre.

Con la conquista de Baibars se pone fin a 129 años de resistencia cruzada y hospitalaria en el castillo.

Con el fin de las cruzadas el krak deja de tener importancia estratégica y es prácticamente olvidado, pero su carácter evocador ha resistido hasta la actualidad convirtiéndose en uno de esos lugares atemporales que colma nuestra ansia viajera y nuestro deleite por las viejas gestas medievales.

Enlaces:

Y como en la historia siempre hay varios puntos de vista aprovecho para recomendaros quizás el menos conocido:

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